Acercarnos hoy en día a Henry Purcell y G. Friedrich Händel, entendiendo su época y su lenguaje, parece una tarea intelectual tediosa. Sin embargo, si escuchamos una música que habla del amor, los placeres y las miserias de la vida, de la melancolía y la felicidad, de la naturaleza y Dios, ya no necesitamos entender nada, solo adentrarnos en un mundo de ninfas y hadas, deleitarnos y dejar que pase el tiempo.
Entre la extensa producción de Henry Purcell destaca – además de la música religiosa- la producción de óperas, semióperas y música teatral como «Dido y Eneas», «Oedipus» o «The Fairy Queen» en un estilo que parece más fácil de definir por lo que no es que por el que realmente significa. La influencia del estilo francés e italiano está presente aunque sin ser tan ornamental como el primero ni tan extrovertido como el segundo, y al mismo tiempo se relaciona con el alemán, aunque menos estructural. La influencia del lenguaje antiguo renacentista y popular es presente, menudeando giros modales y falsas relaciones que presentan semejanzas con el lenguaje ibérico del mismo período.
La vida de vértigo de Händel lo llevó a establecerse definitivamente en Inglaterra donde consiguió los mayores éxitos de su vida y fue el continuador de la tradición escénica de la época de Purcell. Antes, el compositor pasó por diferentes períodos y estancias en su Alemania natal y en Italia donde bebió de la fuente de inspiración que lo llevaron a conseguir un excelente conocimiento de los lenguajes europeos.
PROGRAMA
HENRY PURCELL, 1659-1695
Music for a while (Z 583/2, Oedipus, 1692)
If music be the food of love (Z 379, Gentleman’s Journal, 1692)
The Fairy Queen (Z 629, 1692)
– Thrice happy
– The plaint
– Hark, the ech’ing Air
GEORG FRIEDRICH HÄNDEL, 1685-1759
Neun deutsche Arien (HWV 202-210, 1727)
– Süber Blumen Ambraflocken, HWV 204
Alcina (HWV 34, 1735)
– Tornami a Vagheggiar
Giulio Cesare in Egitto (HWV 17, 1724)
– Da tempeste
PLANTILLA
Clave
Soprano
Violoncello
Violín
NOTAS AL PROGRAMA
Henry Purcell
Hoy día se interpretan aisladamente muchas canciones de Henry Purcell extraídas de sus obras. Algunas de las más famosas son «Music for a while» (escrita sobre un bajo de ground) e «If Music be the food of love». En 1692 estrena «The Fairy Queen», basada en «El sueño de una noche de verano» de Shakespeare. El quinto acto, que incluye las tres piezas del programa, nos narra cómo Teseo, después de enterarse de la aventura de los amantes del bosque, canta con la diosa Juno «Thrice Happy», seguido por el canto de una mujer con el patético «The Plaint.» Todo en un ambiente exótico de jardines chinos y danzas de monos en que con el último canto se canta a la naturaleza, la paz y el amor.
Friderich Händell
Las «Neun deutsche Arien» fueran escritas entre 1724-27 mientras el compositor escribía óperas italianas para la Royal Academy of
Music en Londres. Aunque no se sabe con certeza la razón por la que fueron escritas, todas ellas tienen un mensaje panteísta religioso y moralizante en forma de aria da capo (exceptuando la HWV 209) y ni tan siquiera se indica el instrumento específico para la interpretación. La ópera «Alcina» forma una selección junto a «Ariodante y Orlando» basada en el «Orlando Furioso» de Ludivico Ariosto, donde se narra la historia entre el caballero Ruggiero y la hechicera Alcina. Este fue el último gran éxito operístico de Händel, y con él acaba de alguna manera un período de oro de la música inglesa que no recuperará hasta finales del s. XIX.